“Más inversiones con más empleos generarán mayores beneficios para nuestra comunidad trabajando unidos en la construcción del bien común”, remarcó el mandatario. En ese sentido, dentro del contexto social actual, Capitanich agregó que “necesitamos el acompañamiento del sector privado para fortalecer el círculo virtuoso de crecimiento. La combinación de interacción del sector público y del sector privado debe acompasar la reducción abrupta de la informalidad laboral”.
En este sentido, se refirió a la tarea de promover acompañamientos al sector privado mediante incentivos para que, por ejemplo, trabajadoras de casas particulares logren su regularización, o que trabajadores del comercio y del campo tengan un régimen de corresponsabilidad gremial, o que la industria de la construcción crezca mediante el impulso de la obra pública. “Esto determinaría la factibilidad de superar holgadamente el número de 120.000 personas que pasarían a ser trabajadores formales, en diferentes procesos de fortalecimiento de las contribuciones al sistema de seguridad social”, indicó Capitanich.
Tras hacer un llamado al sector privado a comprometerse en la regularización laboral, el jefe del Ejecutivo remarcó que “todo esto también debe integrarse con la economía popular a través de un programa de potenciación de 50.000 empleos en la economía textil, del cuidado, de infraestructura social básica, de producción de alimentos, de economía del conocimiento y de generación de oficios. Son 174.000 personas las que resultaron inscriptas en el Registro de la Economía Popular”.