Durante el análisis descubrieron que, en comparación con los trabajadores que nunca ganaban salarios bajos, los que ganaban salarios bajos de forma continuada experimentaban un deterioro de la memoria significativamente más rápido en la edad avanzada.
Los individuos experimentaron aproximadamente un año de exceso de envejecimiento cognitivo por un período de 10 años, es decir, el nivel de envejecimiento cognitivo experimentado durante un período de 10 años por los trabajadores con salarios bajos sostenidos sería lo que aquellos que nunca ganaron salarios bajos experimentaron en 11 años.
"Nuestros hallazgos sugieren que las políticas sociales que mejoran el bienestar financiero de los trabajadores con salarios bajos pueden ser especialmente beneficiosas para la salud cognitiva", aseguró otra de las autoras, Adina Zeki Al Hazzouri, profesora asistente de epidemiología en la Universidad de Columbia y el Centro de Envejecimiento Butler de Columbia.
"Los trabajos futuros deberían examinar rigurosamente el número de casos de demencia y el exceso de años de envejecimiento cognitivo que podrían evitarse bajo diferentes escenarios hipotéticos que aumentaran el salario mínimo por hora", concluyó.