Rusia es el segundo exportador mundial de petróleo y, sin esas medidas, le resultaría fácil hallar nuevos mercados.
Polonia, un aliado estrecho de Ucrania, quería que la UE impusiese un tope mucho más bajo para acelerar la demolición de la economía rusa, y Kiev lamentó que eso no hubiese ocurrido. "Se hubiese tenido que rebajar a 30 dólares (el barril) para destruirla más rápidamente", escribió Yermak.