"Se produjeron declaraciones importantes, donde la empleada ofreció un testimonio muy objetivo: básicamente confirmó que los asesinos dispararon dos veces en la cabeza de Eduardo Gómez, y los otros disparos los hacen cuando el joven estaba en el piso".
El letrado además indicó que, de acuerdo con lo vertido por la testigo ante la fiscal, "los disparos fueron a uno o dos metros, y una vez que Gómez estaba agonizando, la chica dijo que al menos escuchó como seis detonaciones".
Por lo que Vianello agregó que se aguarda el informe de autopsia y otras pericias para poder confirmar cuántos impactos de bala recibió la víctima. Pitala está acusado de homicidio agravado por uso de arma de fuego, pero Vianello considera que hay elementos suficientes para que el Ministerio Público acepte sumar el agravante de alevosía.
Los homicidas habrían usado un revólver, ya que los casquillos no fueron levantados de la escena del crimen, quedando esas vainas dentro del tambor del arma, a diferencia del mecanismo que tiene la pistola.