Entonces expuso "un episodio muy feo" por la presión que ejerció Menem: "La noche anterior a que yo quede internada, recibo un llamado de él que quería venir a mi casa a toda costa, era casi madrugada... No tengo una relación personal con él... Quería que rompa el acta".
En este punto, se refirió a "la manera en que se está manejando en la conducción de la Cámara" y la calificó de "hostil". "Cierra micrófonos; nunca me da la palabra, no se la da a nadie. Si no le pido la interrupción a otro diputado, de otro bloque, no me permiten hablar. Cuando algo no le gusta, apaga el micrófono", detalló.
"Está organizando un bloque oficialista, con los problemas que tenemos en el país, como si fuera una estudiantina. Haciéndole bullying a la gente que le cae mal o que no le responde con fe ciega. Esto no es lo que vinimos a hacer", agregó y cuestionó los manejos del riojano y su entorno: "Son tan infantiles que arman chats paralelos todo el tiempo y se confunden. Mandan un mensaje creyendo que es un chat en el que yo no estoy y después mandan otro. Son tan torpes".
Por último, desligó de estas discusiones internas a Javier Milei ya que "tiene cuestiones más importantes de que ocuparse", aunque alertó que las formas de Martín Menem "puede entorpecer futuros acuerdos con su forma de dirigirse a ciertos diputados".