El dato fue contemporáneo de varias desinversiones de jugadores internacionales del mercado de hidrocarburos. Vendieron sus posiciones en Vaca Muerta, que quedaron en manos de empresas locales, mucho más pequeñas, con buena llegada al oficialismo.
Primero fue Exxon, que le vendió sus activos a Pluspetrol, una empresa familiar de capitales argentinos. Luego la noruega Refinor decidió valuar sus activos en la región con vistas a una posible venta.
Por último, la propia Petronas vendió a Vista Energy, la empresa del ex CEO de YPF, Miguel Galuccio. En el mercado hidrocarburífero dan por sentado que esa decisión es el último coletazo de la manera en que se manejó el tema de la planta de GNL.