La imputación que recae sobre la pareja de Sotacuro, alias “El Duro” o “Chato”, es la máxima calificación en la causa.
El extenso pliego de cargos incluye privación ilegal de la libertad coactiva agravada y, lo más grave, homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, alevosía, ensañamiento, y por ser criminis causa (reiterado en tres hechos).
Mujica, irónicamente, declaró como testigo en el caso. Aseguró que el viernes 19 de septiembre a las 20 horas, poco antes de buscar a las víctimas en la rotonda de La Tablada, su pareja dejó su casa con la frase: “Gorda, coman que voy a hacer un remise”.
Otro testigo, sin embargo, aseguró que Mujica le refirió tras el hecho: “El Chato se mandó una cagada”.