El gol llegó a los 10 minutos del segundo tiempo, tras una infracción de Juan Carlos Portillo sobre Bautista Merlini que el árbitro Nazareno Arasa no había visto en primera instancia, pero ratificó luego con el VAR. Torres transformó el penal en gol.
El final del partido tuvo otra jugada polémica: Arasa cobró un penal para River por un agarrón en el área, tras revisar la acción en el VAR. Miguel Borja fue el encargado de patear, pero su remate fue detenido por Insfrán, sellando la victoria del visitante.
El resultado profundiza la tensión entre los hinchas y el equipo dirigido por Marcelo Gallardo, que arrastra la frustración por la eliminación en semifinales de la Copa Argentina ante Independiente Rivadavia. Ahora, River deberá lograr un buen resultado ante Boca en el superclásico para asegurar su clasificación a la próxima Copa Libertadores. Por su parte, Gimnasia consiguió un triunfo clave en la lucha por la permanencia.