Y dispuso que "los senadores con mandato cumplido deberán restituir a esta Presidencia y/o a la autoridad que esta designe, los despachos y/u oficinas que oportunamente se les hubiesen asignado para el ejercicio de sus funciones parlamentarias, antes del 10 de diciembre del año en que finalice su mandato”.
La medida incluye "la totalidad del mobiliario propiedad del H. Senado de la Nación -muebles, sillas, modulares, equipos telefónicos, computadoras, laptops, celulares, tarjetas de ingreso y egreso, tarjeta de comedor, resmas, papeles membretados, expedientes, carpetas y toda documentación administrativa que los senadores, los agentes y asesores afectados a sus despachos y/o cuerpo de asesores de comisión y/o que participen de los Bloques hayan utilizado durante el tiempo que duró su mandato y/o su designación en esta H. Cámara”.
A partir de allí Villarruel dispondrá “las medidas necesarias a fin de poder reasignarlos”.
Sin embargo el senador Oscar Parrilli, que dejará su banca el próximo 10 de diciembre ya entregó su despacho al bonaerense Eduardo "Wado" De Pedro. En tanto, Provincias Unidas se niega a entregar las oficinas del salteño Juan Carlos Romero.
Toda esa pelea que promete escalar en los próximo días fue motivo de “análisis” durante el almuerzo que organizó Villarruel con varias bancadas la semana pasada.
Lo cierto es que el intercambio de despachos es una práctica histórica en el Senado a pesar de las intenciones de Villarruel de digitarlo ella misma a dedo.