El tuit de Quirno fue en tono afirmativo. Escribió: “La Secretaría de Finanzas anuncia que ha comenzado las tratativas para llevar adelante una operación de recompra de deuda soberana destinada a reducir el costo de financiamiento del país y fortalecer la inversión en educación. Esta operación, comúnmente llamada ‘Deuda por Educación’, consiste en recomprar deuda soberana argentina en el mercado y reemplazarla por financiamiento a tasas más bajas gracias al apoyo de agencias y organismos multilaterales. Para su estructuración, se ha designado a JPMorgan como el banco que nos asistirá en este proceso. Los ahorros generados por esta operación serán destinados a consolidar la inversión educativa de largo plazo, reafirmando el compromiso del Gobierno con el desarrollo del capital humano y el futuro de los argentinos”.
La frase es clara: “Se ha designado a JP Morgan como el banco que nos asistirá en este proceso”. Pero ahora, en una respuesta oficial, el ministerio de Economía dice: “El pedido de documentación, se origina en manifestaciones realizadas por un funcionario en una red social, en el contexto de un anuncio relativo al inicio de tratativas para una determinada operación, y no en informes, convenios, contratos u otros documentos que obren en poder de este Ministerio”. Luego agregan que “sin perjuicio de ello, a modo de colaboración, se le informa que en cuanto a las tratativas mencionadas públicamente por el entonces Secretario de Finanzas en la red social X (Twitter) en fecha 20 de octubre pasado, corresponde precisar que las mismas se circunscriben a instancias de diálogo y evaluación preliminar, sin que ello implique la adopción de compromisos ni decisiones formales”. La colaboración no es voluntaria, tienen que contestar de acuerdo a la Ley 27.275 de Acceso a la Información Pública. Y, como cierre, contestan: “En ese contexto, no se cuenta a la fecha con instrumentos contractuales formalizados ni documentación que configure un acuerdo vigente o concluido. Por tal motivo, no existen antecedentes disponibles para su remisión en los términos solicitados”
¿Quirno anunció una designación del JP Morgan que no existía? La frase, de nuevo, es clara. Dice: “Se ha designado a JP Morgan”. Acaso lo único positivo de la respuesta oficial, si es cierta, es que aún no han endeudado más al país.
La justificación para este nuevo negociado es que se canjeará la deuda vieja por deuda nueva, en teoría con tasas más bajas gracias al “apoyo de agencias y organismos multilaterales”. Como todo es oscurantismo, no se dicen ni las tasas ni quienes son esos organismos que apoyarán. La segunda justificación para este nuevo negociado es que el ahorro entre la nueva deuda y la vieja deuda se destinará a educación. Otra vez el oscurantismo, no se sabe cuánto será ese ahorro, si es que existe. Lo que sí se sabe es que el gobierno destinó el 0,75 del PBI para educación en el presupuesto que pretende aprobar para 2026, tal como reveló Eugenia Rodríguez en El Destape. Es el menor número en 10 años.
Tan sensible era el tema que Caputo reaccionó de forma violenta ante un tuit de la economista Delfina Rossi que expuso el conflicto de intereses evidente: “1° acto: Caputo trabaja en el JP Morgan 2° acto: Caputo, ya ministro, toma una deuda impagable 3° acto: Caputo, ministro nuevamente, anuncia que recompra esa deuda, con "asistencia "del JP Morgan y organismos internacionales ¿Qué nombre le ponemos a esta obra?”
Caputo no le puso nombre pero sí aportó información hasta ahora desconocida. Escribió: “Delfina, somos y representamos exactamente lo opuesto. Yo podría trabajar en el sector privado por más de 10 veces de lo que gano en el sector público. Lo hago por la patria. También tengo dos hijos que trabajan conmigo y sabes cuánto cobran? Nada. Trabajan gratis para el Estado, solo para ayudarme a tratar de sacar este país adelante. Vos en cambio, trabajas en el sector público porque en el sector privado no te pagarían ni la décima parte de lo que te pagan en el sector público. Trabajás por acomodo, y para chorear un sueldo que no te merecés. Como siempre lo hizo tu padre. Ojalá los argentinos no tengamos que mantener a tus hijos también”. No explicó nada, pero reveló que dos de sus hijos acceden a información privilegiada sin ningún tipo de control, sin que nadie sepa cuales son sus tareas, como se justificó su contratación ni qué decisiones toman.