El gobierno de Milei ya había intentado instaurar una reforma laboral mediante decretos que prohibían el derecho a huelga y hasta la posibilidad de reunión. En diferentes instancias judiciales los declararon inconstitucionales y no pudieron aplicarlos. El artículo de la reforma que sí lograron establecer fue el Fondo de Cese Laboral que existe desde hace un año pero que fue un rotundo fracaso: los empresarios consideraron insostenible pagar un 8% extra por cada empleado para que el dinero vaya a un seguro por si despiden un trabajador.
"Hay que pudrírsela a los gobernadores en sus territorios", enfatizó Rodolfo Aguiar, secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado, el gremio que paró con Aceiteros el día de la marcha de la CGT para dar presencia a la convocatoria. “Estamos yendo a contramano del mundo. Avalar jornadas de 12 horas y que se pueda pagar en especies es inhumano y esclavista. México acaba de aumentar el salario mínimo y establecer la reducción gradual de la jornada. España derogó una legislación laboral regresiva y restableció derechos a los trabajadores convirtiéndose en uno de los países de Europa en el que más creció la economía y el empleo”, concluyó.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) fue el primer gremio en marcar la cancha. En el marco de la movilización de la CGT de la semana pasada, su secretario general, Abel Furlán, subió la apuesta contra el proyecto de reforma laboral impulsado por la administración de Javier Milei. Su secretario general, Abel Furlán, confirmó que el gremio llevará a cabo un paro en la actividad y marchará el día que el Congreso inicie el debate de la iniciativa que ahora será el 10 de febrero.
"Llegó el momento de confrontar muy fuertemente esta clara intención de despojar derechos a los trabajadores y esta forma de sometimiento", arengó.