Las otras dos comunas del centro porteño ganadas por el peronismo fueron la 3 (Balvanera y San Cristobal) y la 5 (Almagro y Boedo). De los cuatro barrios, Adorni solo obtuvo una victoria en Balvanera con el 30,4%; mientras que Santoro se impuso en los otros tres con el mejor resultado en Boedo, donde sacó el 34,7%.
Y así el recorrido termina en los barrios del sur porteño, los más postergados en el nivel socioeconómico y servicios. En estos barrios, el peronismo hizo con el PRO, lo que LLA hizo en la zona norte, y los pintó de verde. Santoro se impuso en la Comuna 9 (Mataderos, Liniers y Parque Avellaneda), la Comuna 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) y en la Comuna 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricio y Nueva Pompeya).
De esos 10 barrios porteños, Santoro se quedó con 8 y Adorni solo consiguió imponerse en dos: Liniers y Villa Riachuelo. De las seis comunas en las que el peronismo ganó, tres estuvieron por encima del nivel de participación general; mientras que el candidato del peronismo consiguió su mejor resultado en la Comuna 8 con el 34,9%; que en las elecciones de 2023 había sido junto a las Comuna 4, las únicas dos que el peronismo había ganado en un mapa pintado de amarillo por el PRO. Algo que las legislativas de ayer vinieron a cambiar.