No es la primera vez que el mandatario enuncia ese análisis. Ya lo había hecho durante su exposición en la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham por sus siglas en inglés), donde dijo: “Ahora se están dando cuenta que se les pasó la mano en atacar a la familia, en atacar a las 2 vidas. Y ahora lo estamos pagando con caídas en la tasa de natalidad”.
Sin embargo, los datos señalan que las afirmaciones del presidente son insostenibles. Según información de la Dirección de Estadísticas e Información de la Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, la tasa de natalidad en la Argentina (número de nacimientos vivos por cada 1000 habitantes) viene en caída en el país desde 2014, 6 años antes que se aprobara la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Esos datos revelan que para el año 2020, cuando se aprobó la ley, los nacidos en la Argentina fueron 460.902, 316.110 menos en comparación con 2014, donde nacieron 777.012 niños. Además, de acuerdo a los especialistas en el tema, la caída en la natalidad es un fenómeno global y multicausal, que incluye dentro de sus motivos el ingreso masivo de mujeres al mercado de trabajo a fines del siglo XX, el incremento de la educación y la salud secual y reproductiva, entre otros.