El índice de precios al consumidor (IPC) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) en mayo se situó en 1,6%, muy por debajo de las expectativas nacionales, marcando la primera vez desde la pandemia que se coloca por debajo del umbral crítico del 2%.
Esta disminución en el ritmo de aumento de precios se atribuye principalmente a reducciones en los precios de verduras, combustibles, tarifas y paquetes turísticos, estos últimos influenciados por el Hot Sale del mes de mayo.
Antes de conocerse el dato de inflación de la Ciudad, el relevamiento de expectativas del mercado (REM) publicado por el Banco Central (BCRA) estimó que el IPC de mayo sería del 2,1%, según la mediana de las proyecciones de las 42 consultoras, centros de investigación y bancos participantes en la encuesta.