El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) tampoco generó adhesiones. Al flexibilizar las importaciones, las provincias con industria nacional orientada a, por ejemplo, los hidrocarburos se verían perjudicadas.
Por si fuera poco, Ganancias tampoco apareció como una cuestión cerrada. En reuniones con los bloques, el gobierno comunicó un mínimo no imponible de bolsillo de $1.800.000 pero, a las pocas horas, lo bajó hasta $1.200.000. Así como está, pareció difícil intentar una reintroducción del tributo por lo que se confió en que habrá modificaciones para, al menos, subir la base inicial.
En este proceso, a diferencia del verano, se vio un intento gubernamental por hacer las cosas bien, con más diálogo. Pero la experiencia de Ganancias no revirtió la falta de confianza en el Ejecutivo. Los más críticos quieren diseccionar aún más el proyecto y que algunas cosas se trabajen aparte, como pueden ser los fideicomisos, dado el temperamento y la forma de ejercer el poder del presidente.