En su última entrevista televisiva, a Bessent le preguntaron por qué razón el “rescate financiero” en favor de la Argentina podría beneficiar a los contribuyentes norteamericanos.
En respuesta, Bessent cuestionó la idea de “rescate” de la siguiente manera: “en la mayoría de los rescates, no se obtienen ganancias. En este caso, el gobierno de los Estados Unidos ganó dinero. Usamos nuestro balance financiero para estabilizar al gobierno --argentino--, uno de nuestros grandes aliados en América latina, durante una elección. El Presidente Milei ganó por amplio margen. El gobierno va a obtener beneficios y yo prefiero llegar a la paz mediante fortaleza económica antes que tener que disparar a narcolanchas si el gobierno colapsa. Tenemos una oportunidad generacional en América latina para crear aliados. Entonces, estabilizar la economía allí y hacer ganancias, se trata de un muy buen acuerdo para el pueblo estadounidense”.
Posteriormente, en su cuenta de X, Bessent fue un poco más específico al indicar que “nuestra intervención en Argentina nunca fue un ‘rescate’. Fue un swap de monedas que generó dinero para el pueblo estadounidense”.
Ahora bien, las declaraciones de Bessent agregan nuevas dudas a un panorama totalmente dudoso que en definitiva involucraría operaciones deuda externa, es decir, pagos futuros que deberá afrontar la sociedad argentina.
Paso a paso
Lo primero que es necesario para entender en dónde está el componente opaco de la operación es entender el paso a paso. En diálogo con Página/12, el consultor en finanzas Cristian Buteler lo explica claramente: “Antes de las elecciones, el Tesoro norteamericano ingresó con dólares al mercado cambiario. Los pesos que obtuvo a cambio los colocó en una Letra que rinde intereses”.
“Luego del triunfo electoral de Milei, la ganancia cambiaria está hecha, pero Bessent no puede retirar los dólares directamente, porque generaría nuevamente tensión cambiaria y suba del precio de la divisa. Por ello, lo que ahora se activó es el swap de monedas. Esa activación implica que la Argentina se endeuda en dólares con los Estados Unidos. Esos dólares provenientes del swap se utilizan para canjear la Letra en manos de Bessent. De modo que al final del día, Bessent hizo su ganancia y el país quedó endeudado por el tramo activado del swap”, sigue Buteler.
“La operación es escandalosa porque no hay información oficial al respecto. No sabemos las condiciones financieras de la Letra ni el monto y el plazo del tramo activado del swap. Se niegan a dar esa información”, concluye.
El diputado de Unión por la Patria Carlos Castagneto dijo lo siguiente: “1) Bessent trajo dólares. 2) Los cambió por pesos con una ¿tasa privilegiada del Gobierno? 3) Esos pesos los volvió a cambiar a dólares (después de las elecciones) que el país había pedido prestados (el swap). Resultado: Bessent no prestó plata, sólo hizo un cambio que nos dejó con más deuda en dólares", y le pidió al ministro Caputo que explique públicamente la operación.
Pero además de la operación de deuda externa y de apriete a la sociedad para mejorar las chances electorales del oficialismo, hay otro capítulo de cosas tal incluso más opacas. No está para nada claro qué significa “sacar a China de la Argentina”, como dijo Bessent que le prometió Milei, ni tampoco qué repercusiones puede tener ello para el país en términos del equilibrio geopolítico.
Otro tema en danza es en qué medida esta operación está ligada a un supuesto acuerdo de libre comercio del que los funcionarios ya dieron algunas pistas. Adicionalmente, ¿qué condiciones de devolución tiene el swap con Estados Unidos? ¿puede ser exigido inmediatamente?