Entre el 5 y 18 de noviembre, el acusado hizo consumos por un monto aproximado de 42 mil dólares, equivalentes a más de 66 millones de pesos.
El titular real pidió el bloqueo inmediato de la tarjeta, y en ese marco, el estafador volvió a contactar al banco para denunciar el extravío del plástico, esperando que le envíen otro. Eso activó una alerta interna que derivó en la intervención de la Justicia.
Agentes de la Dirección de Investigaciones Complejas de la Policía de Misiones desplegaron un operativo encubierto con tareas de inteligencia. Todo terminó cuando el acusado volvió a presentarse en la sucursal para llevarse la nueva tarjeta, y fue detenido en el acto.
El hombre quedó a disposición del Juzgado de Instrucción Nº3 y fue notificado de los cargos por estafa agravada, defraudación y falsedad ideológica.
En la detención, se le secuestró un teléfono celular y ahora permanece alojado en la Comisaría Primera de la Unidad Regional I.