Con la inclusión de Edinson Cavani desde el arranque, Boca intentó romper la débil resistencia del club oceánico, que había recibido 16 goles en dos partidos. Recién pudo abrir el marcador a los 26 minutos, a través de un tanto en contra del arquero Nathan Garrow tras un cabezazo de Lautaro Di Lollo.
El equipo argentino tuvo algunas chances de ampliar la ventaja, aunque los futbolistas no estuvieron certeros en la resolución y, además, el travesaño devolvió un remate de Carlos Palacios y un cabezazo de Miguel Merentiel. El Xeneize arrancó el complemento con las mismas intenciones, pero a los 7' se paralizaron los corazones azul y oro: Christian Gray logró el (impensado) empate.
Tras el golpe, la organización interrumpió el juego durante media hora debido a una posible tormenta eléctrica. Durante ese lapso, Boca se enteró de la victoria de Benfica y que había quedado afuera del Mundial de Clubes. El resto del encuentro sólo se jugó para completar la estadística y, para colmo, no pudo quebrar el 1-1. Se marchó de Estados Unidos sin una victoria y una gran desilusión.