Al llegar al lugar, los uniformados se entrevistaron con la víctima, quien manifestó que se encontraba sentado en la vereda de la casa de un amigo cuando llegó una banda integrada por al menos diez adolescentes.
Según el relato del damnificado —quien tiene domicilio legal en el barrio Bosco III—, en ese momento, uno de los atacantes extrajo de entre sus prendas una "tumbera" y le realizó al menos dos disparos, causándole lesiones en las piernas.
Tras el ataque, los revoltosos huyeron, por lo que él en ese momento regresó a su casa y le contó a su padre lo que había sucedido. Éste último lo llevó al hospital y de allí fue derivado al Regional para que sea examinado por un cirujano.
Ante esta situación, la policía llegó al lugar donde ocurrieron los hechos y aparentemente —según los dichos de testigos— no se trató de un ataque aislado sino de una pelea entre grupos antagónicos que tienen diferencias de vieja data.