El evento no solo celebró la entrega de estos documentos tan esperados, sino que también resaltó el esfuerzo y la dedicación de aquellos que, después de largos años de espera, finalmente ven reconocido su derecho a la propiedad. Entre los beneficiarios se encuentran familias como los Domínguez y los Aguilar, cuya espera ha sido de 35 años. Este hito no solo marca un logro personal para cada una de estas familias, sino que también refleja los esfuerzos continuos del Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda (IPDUV) por garantizar la seguridad jurídica y el bienestar de sus ciudadanos. Sobre esta entrega de títulos, Fernando Berecoechea destacó: "El título de propiedad es más que un documento; es un símbolo de estabilidad y pertenencia. A través de este documento, estamos generando un legado para las futuras generaciones y garantizando un futuro más seguro y próspero para nuestras familias". La escritura de una vivienda no solo brinda seguridad jurídica, sino que también abre las puertas a nuevas oportunidades y posibilidades de crecimiento para sus propietarios”.