"Las reuniones son exposiciones de los cardenales con mucha libertad, donde exponen y expresan el momento que estamos viviendo frente al pontificado del Papa Francisco, las expectativas del pastor para el próximo período, donde se pueden expresar la visión del mundo y la iglesia en estos últimos tiempos", señaló.
Además, el arzobispo reconoció que "poder se puede pensar, entre 135 cardenales", sostuvo. Aunque señaló que "es muy difícil pensar en esta época que haya otro papa argentino". En este sentido, indicó que el puesto "no le quita el sueño" y apuntó contra "el delirio" de algunos periodistas. Y aseguró: "Creo que la Iglesia, que es universal y está abierta a todos los pueblos y dejó ciertos centralismos, buscará gente de otros lugares".
En relación con los cambios que llevó adelante Jorge Bergoglio en la Iglesia, Iglic expresó: "Francisco nos impulsó al encuentro de la gente para que realmente, frente de esa escucha, podamos expresar y llevar la buena noticia. Francisco nos dio el ejemplo de encontrarse con todas las realidades, particularmente de los más sufrientes".
Quien pica en punta para ser elegido como nuevo Sumo Pontífice es el arzobispo de Malta, Mario Grech. Promovido por el arzobispo de Luxemburgo, Jean-Claude Hollerich, Grech, de 68 años, es el secretario General del Sinodo de Obispos, un ente de la iglesia destinada a enlazar al líder del Vaticano con los prelados. En ese sentido, se vislumbra que Grech sería un representante de una iglesia abierta que promovió Francisco: al igual que el fallecido Bergoglio, Hollerich pertenece a la orden de los franciscanos.