El impacto comenzó a notarse en los pequeños emprendimientos familiares, como despensas, carnicerías y kioscos de barrio, que no lograron sostenerse frente a los aumentos constantes. Muchas de estas PYMES tenían una estructura familiar, con un fuerte compromiso de trabajo conjunto para crecer y sostener a sus hogares. Sin embargo, en las últimas semanas, la situación se ha agravado, afectando también a comercios de mayor envergadura.
Desde nuestro medio, hemos realizado un muestreo al azar y hemos entrevistamos comerciantes locales. Dos de ellos ya bajaron sus persianas, dejando al menos a seis trabajadores sin empleo. Uno de los casos más resonantes es el del comercio mayorista y minorista ubicado sobre Avenida Güemes, que cerró sus puertas tras no poder afrontar el pago del personal. Según indicó su propietario, también enfrentó un aumento del 70% en el alquiler del local, lo que terminó por hacer inviable su continuidad.
Otro ejemplo es una verdulería y mini mercado céntrico, que también anunció su cierre. La escasa venta diaria, combinada con un aumento del 80% en el costo de alquiler respecto al contrato anterior, dejó al negocio sin margen para sostener su plantilla y sus gastos fijos.
A esta situación se suman dos empresas locales dedicadas a la fabricación de muebles, que si bien aún continúan operando, advierten que podrían cerrar en los próximos dos meses si no logran revertir la caída de sus ingresos. Entre ambas, emplean a más de 30 personas. Ya realizaron ajustes internos y reducciones de personal, pero admiten que su “aguante económico” tiene fecha de vencimiento.
La lista de comercios cerrados continúa creciendo, sobre todo en el rubro tiendas, donde también se registró una fuerte reducción de personal. Esta tendencia de cierres y achique afecta no solo a los empresarios, sino también a decenas de trabajadores que hoy se enfrentan a la incertidumbre de no contar con un ingreso fijo.
La situación en Juan José Castelli refleja una problemática más amplia que atraviesan muchas localidades del interior del país, donde el incremento en los costos fijos y la baja del consumo están dejando al borde del colapso a muchos pequeños y medianos comerciantes.