Al día siguiente, la Embajada de Rusia desmintió a la ministra de Seguridad. Dijo que sus acusaciones eran "infundadas y falsas" y advirtió que "el deseo de ver 'espías rusos' en cada esquina es irracional y destructivo", en un mensaje dirigido al Gobierno de Javier Milei, que meses atrás denunció la existencia de un supuesto grupo de ciudadanos rusos operando en Buenos Aires para favorecer los intereses geopolíticos de Moscú.
Este lunes, Rusia dio un paso más allá y convocó al embajador de Argentina en Moscú, Enrique Ignacio Ferrer Vieyra, para informarle que Rusia "rechaza firmemente las acusaciones" de Patricia Bullrich, ya que las considera "infundadas" en tanto que "no tienen pruebas", precisó el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.
En la convocatoria, "se señaló la existencia del Tratado entre Rusia y Argentina de asistencia legal recíproca en materia penal, que establece un procedimiento para la interacción correspondiente de las estructuras competentes de los dos países", indicó el comunicado, que advierte que las declaraciones de Bullrich "no ayudan a mantener relaciones constructivas de amistad que existen" entre ambas naciones.
En este sentido, Moscú "lamenta que Buenos Aires no esté dispuesto a avanzar en el camino de su desarrollo progresivo", agregó el comunicado, que concluyó con una convocatoria a la diplomacia argentina para que brinde "una explicación detallada" de las "inaceptables declaraciones" de la ministra Patricia Bullrich "lo antes posible".