“Patito”, como le dicen, tiene 75 años y solía repetir el mismo recorrido por la calle Campos, boulevard Brandsen y Vitali, en la ciudad pampeana de General Acha. Cuando se hicieron las 18, su esposa se preocupó y avisó a sus cuatro hijos.
Esa noche todos fueron a realizar la denuncia por desaparición de persona. En medio de la angustia, se supo que Calluqueo tiene Alzheimer y estaba bajo tratamiento médico. Ese fin de semana no estaba tomando la medicación porque, al ir a retirarla, la receta estaba vencida. “Los psicólogos nos dijeron que pudo haber tenido alucinaciones”, explicó su hijo.
Un grupo de vecinos lo vio alrededor de las 17.30 caminando, pero no imaginaron que estaba desorientado: “Lo vieron y lo saludaron”.
Las cámaras de seguridad lo registraron por última vez a unos seis kilómetros de su casa, en una zona a la que no solía ir. Un año después, su paradero sigue siendo un misterio.